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La elección de Heidi.

Sí. Reconozco que nunca antes había visto Heidi. Bueno, lo había visto un poco de pequeño, pero no toda la serie. Mi juventud, supongo, que buscaba otras motivaciones, otras series u otros dibujos. Es curioso que el tiempo y las casualidades y elecciones te hagan cambiar de rumbo. Casualidades como las que estamos viviendo en estos días de encerramiento, donde de una forma u otra valoremos pequeños detalles que antes no nos damos cuenta. Y esos pequeños detalles hacen que os cuente esta pequeña historia en esta carta de un maestro. El primer detalle, es ponerme a ver Heidi con mis hijos. Mi mujer nos animó porque fue una de sus series favoritas cuando era muy pequeña. Así comenzó esta aventura que os voy a contar. Poco a poco comenzamos a ver Heidi y sin darnos cuenta, toda la familia estamos enganchados a los episodios. Y digo sin darnos cuenta, porque el transfondo de la historia de Heidi es realmente "brutal", "inspiradora", "emotiva" y llena d

Baches en la carretera.

Recuerdo cuando iba con mis padres en el coche. Íbamos a una carrera ciclista, donde, yo, con apenas 15 años iba a participar. Antes de coger la autopista había una serie de “baches” en la carretera. Mientras los amortiguadores del coche suavizaban el salto de abajo arriba, y nuestro movimiento marcado por la fuerza centrífuga, nos hacía movernos suavemente de arriba abajo, la velocidad del coche se ralentizaba. Después de salir del último bache, mi madre mi preguntó, “¿Por qué crees que se ponen estos baches en la carretera?” Yo, sorprendido le respondí que para no ir deprisa. Al instante ella me replicó, “Pero si hay una señal que dice claramente que no se puede ir a más de 30 km/h. ¿Tú crees que si no hubiera estos baches la gente iría a 30 km/h”. Su ocurrencia hizo que mi respuesta no fuera tan rápida como la anterior. “Pues, pues..”, dude por un instante. “Pues, supongo que no”. “Efectivamente”, me dijo con severidad. Hay en muchas ocasiones que la gente no respetamos la

Hoy por ti y mañana por mi

Desde que nacemos estamos compitiendo. Por ejemplo, cuando comenzamos a caminar estamos compitiendo. ¿Contra quien? Pues contra la gravedad. La competición es una situación que nos acompaña durante toda la vida. Al principio parece insignificante, pero con el paso de los años esta se va siendo más presente en nuestras vidas. Los maestros intentamos canalizar este sentimiento de competición. Mostramos a los alumnos la diferencia entre competición y competitividad. Así, la competición en si misma es positiva, siempre y cuando se canalice y se entienda como una superación personal. La competitividad, por su parte, incorpora el concepto de "ganar a toda costa, cueste lo cueste". Es decir, aparece el concepto "hacer trampas" o utilizar "artimañanas" poco respetuosas con el rival. Vuelvo a insitir que la competición es necesaria en nuestras vidas. Por el simple hecho de que vamos a estar rodeados de ella constantemente. En la vida académica, cuando crecemos, l

Sueño de fuga

Tengo en mente escribir una novela sobre un preso y su primer día fuera de la prisión. Una prisión que le marcó sus últimos 47 años de vida. Claro, eso es sólo una idea. Un borrador. Porque nunca he tenido el suficiente tiempo, ni sabiduría de sentarme enfrente de un ordenador para escribir. No obstante, también sé que es cuestión de tiempo y tarde o temprano lo escribiré. Sólo tengo que ser paciente y esperar mi tiempo. Dicen que un escritor puede tardar hasta 10 años en ver publicada su obra. En mi caso creo que voy a batir el record. Romperé la estadística, porque ya llevo 10 años con la idea y todavía no he escrito más de una hoja. No pasa nada. Como he dicho todo llegará. La idea de escribir la historia de un preso, me vino cuando tenía apenas 20 años y vi la película titulada en español "Cadena perpetua". En latinoamerica se llama "Sueño de fuga" y en la versión inglesa se llama  The Shawshank Redemption . De entre los tres títulos me quedo con "Sueño d

Y de repente un frenazo

Dicen que un maestro podría escribir un libro con las historias que le ocurren en su día a día. Llevaba tiempo queriendo empezar con esa historia, pero el hecho de que una pandemia haya sacudido el mundo ha hecho que cambie los planes y empiece escribiendo mis historias a través de cartas que quiero escribir a mis alumnos. Ahora no son mis alumnos quienes hacen que pueda escribir historias, sino soy yo quien las escribe para ellos. *** Hace mucho tiempo que quiero escribirte. Escribirte y expresar mis sentimientos. Sentimientos opuestos que me hacen pensar y valorar aún más todo aquello que ahora no puedo tocar ni sentir. Pienso en lo que tiene que sentir un preso encerrado por años en apenas cuatro paredes o atrapado en distancias repetitivas. Mi aliento se detiene ahora en mis cuatro paredes. Sin dejarme escapar. El tiempo parece detenerse. No obstante, soy afortunado. Muy afortunado. Vivo con mi mujer y mis dos hijos. La nueva rutina se debe apoderar de nosotros para ha