La elección de Heidi.
Sí. Reconozco que nunca antes había visto Heidi. Bueno, lo había visto un poco de pequeño, pero no toda la serie.
Mi juventud, supongo, que buscaba otras motivaciones, otras series u otros dibujos. Es curioso que el tiempo y las casualidades y elecciones te hagan cambiar de rumbo.
Casualidades como las que estamos viviendo en estos días de encerramiento, donde de una forma u otra valoremos pequeños detalles que antes no nos damos cuenta.
Y esos pequeños detalles hacen que os cuente esta pequeña historia en esta carta de un maestro.
El primer detalle, es ponerme a ver Heidi con mis hijos. Mi mujer nos animó porque fue una de sus series favoritas cuando era muy pequeña. Así comenzó esta aventura que os voy a contar.
Poco a poco comenzamos a ver Heidi y sin darnos cuenta, toda la familia estamos enganchados a los episodios. Y digo sin darnos cuenta, porque el transfondo de la historia de Heidi es realmente "brutal", "inspiradora", "emotiva" y llena de absolutos valores humanos. Hacía tiempo que una serie infantil no me emocionaba. No se si he llorado con Heidi por la situación que vivimos o porque realmente es una serie que llega a tu corazón.
Y es aquí donde me detengo. En el episodio 24 de la nueva serie de Heidi. Bueno, digo nueva porque Heidi ha sido remasterizada.
Esto es, comparando los antiguos dibujos de Heidi con los nuevos, vemos claramente los cambios en nuestra generación. La Heidi de hace 30 años son dibujos con menos brillo y nitidez de imagen. Son en parte menos realistas, mostrando en ocasiones personajes con los ojos demasiados separados respecto a la nariz con lo que a día de hoy queda un poco extraño.
La Heidi de hace 30 años aparece con un vestido amarillo pálido, y en la nueva serie aparece en todo momento con un color luminoso de color rojo.
No obstante, esto no es lo más importante de la nueva serie de Heidi. Lo que me llama la atención es como un mismo episodio de hace 30 años es tan diferente. Por ejemplo, el episodio 24 de Heidi de hace treinta años tiene escenas que transcurren muy lentamente. Tan lento que a veces me despera esperar ver lo que sucederá.
Está claro que las nuevas generaciones y la nueva sociedad vive, o vivimos, ante un mundo mucho más rápido, donde todo se quiere para "ya" y si no todo se quiere para "ayer". La paciencia, se ha perdido en cierta manera y la gente busca, o buscamos, el suspense en las películas pero también pedimos que la película no sea demasiado lenta.
Algo similar pasa con el Mago de Oz. Por ejemplo, los créditos del Mago de Oz aparecen al principio de la película y puedes estar cinco minutos de inicio de la película viendo únicamente créditos. Eso ahora es impensable.
Impensable como cuando vi un documental de la llama Olímpica del año 1972. Se trataba de un atleta que recorría lentamente las gradas del estadio para encender la llama Olímpica. Lo cronometré y tardó más de dos minutos en recorrer toda la grada hasta encender la llama Olímpica.
Pues bien, hoy en día todo eso es improbable que ocurra. Y por eso Heidi se ha remasterizado, para adaptarse a la sociedad de hoy en día y creo que el resultado ha sido espectacular. Muy bueno.
La adaptación a los cambios es un virtud que los nuevos episodios de Heidi han sabido entender.
En este sentido, me gustaría remarcar lo importante que es saber entender que la vida está llena de cambios y que nuestra adaptación a ellos será parte de nuestra vida.
Pero junto a la virtud de saber adaptarse a los cambios quiero detenerme en algo que he visto que los episodios de Heidi trabajan muy bien: las eleccioines, las decisiones que tendremos que afrontar en nuestra vida.
Heidi es un gran ejemplo de lo impartante que es saber que en nuestra vida está rodeada de decisiones y elecciones que nos marcarán nuestro camino.
Y así, llego a la segunda y más importante parte de mi carta: El episodio 24 de Heidi. Si os habéis dado cuenta, al principio de esta carta he escrito: Es curioso que pequeños detalles, casualidades y elecciones te hagan cambiar el rumbo.
Heidi, en el episodio 24 de la nueva serie remasterizada, tiene que enfrentarse ante una importante elección: O quedarse con Clara y aceptar la adopción por parte del padre de Clara o regresar a las montañas con su abuelo.
Si acepta la adopción, tendrá un futuro asegurado en cuanto a bienestar social y sería la hermana de su mejor amiga, Clara. Pero si acepta la adopción, también sabrá que no podrá ir adónde ella realmente quiere estar y tendrá que quedarse en Frankfurt y no poder ir a vivir a las montañas con su abuelo.
Ante esta situación, Heidi cae enferma por la presión que supone esta decisión, pero finalmente es honesta consigo misma y con los demás y les dice que quiere irse a las montañas con su abuelo.
LA ELECCIÓN. La elección en nuestras vidas es fundamental para tomar un camino u otro. La vida está llena de elecciones y eso, eso querido alumno, es una de las mayores virtudes que nos harán crecer.
En la vida te vas a enfrentar a decisiones que marcarán de una u otra forma tu camino. Las decisiones y las elecciones en ocasiones serán pequeñas y en otras más importantes. Sin embargo, la suma de todas ellas harán que se forme tu yo más profundo.
No tengas miedo de tomar tu propia decisión. Escucha primero a tus seres queridos y a ti mismo. Forma tu opinión con cada detalle y asume las consecuencias positivas o no tan positivas que una decisión puede tener a corto o largo plazo.
Las decisiones y las elecciones nos enseñan. Aprendemos de ellas, porque a veces nuestras decisiones serán equivocadas y otras acertadas.
Como Heidi, tendrás que decidir, pero sobre todo tendrás que ser honesto o honesta contigo mismo y con los que te rodean.
Heidi es todo un ejemplo de valores humanos que recomiendo a todo el mundo, independientemente de su edad.
Mi juventud, supongo, que buscaba otras motivaciones, otras series u otros dibujos. Es curioso que el tiempo y las casualidades y elecciones te hagan cambiar de rumbo.
Casualidades como las que estamos viviendo en estos días de encerramiento, donde de una forma u otra valoremos pequeños detalles que antes no nos damos cuenta.
Y esos pequeños detalles hacen que os cuente esta pequeña historia en esta carta de un maestro.
El primer detalle, es ponerme a ver Heidi con mis hijos. Mi mujer nos animó porque fue una de sus series favoritas cuando era muy pequeña. Así comenzó esta aventura que os voy a contar.
Poco a poco comenzamos a ver Heidi y sin darnos cuenta, toda la familia estamos enganchados a los episodios. Y digo sin darnos cuenta, porque el transfondo de la historia de Heidi es realmente "brutal", "inspiradora", "emotiva" y llena de absolutos valores humanos. Hacía tiempo que una serie infantil no me emocionaba. No se si he llorado con Heidi por la situación que vivimos o porque realmente es una serie que llega a tu corazón.
Y es aquí donde me detengo. En el episodio 24 de la nueva serie de Heidi. Bueno, digo nueva porque Heidi ha sido remasterizada.
Esto es, comparando los antiguos dibujos de Heidi con los nuevos, vemos claramente los cambios en nuestra generación. La Heidi de hace 30 años son dibujos con menos brillo y nitidez de imagen. Son en parte menos realistas, mostrando en ocasiones personajes con los ojos demasiados separados respecto a la nariz con lo que a día de hoy queda un poco extraño.
La Heidi de hace 30 años aparece con un vestido amarillo pálido, y en la nueva serie aparece en todo momento con un color luminoso de color rojo.
No obstante, esto no es lo más importante de la nueva serie de Heidi. Lo que me llama la atención es como un mismo episodio de hace 30 años es tan diferente. Por ejemplo, el episodio 24 de Heidi de hace treinta años tiene escenas que transcurren muy lentamente. Tan lento que a veces me despera esperar ver lo que sucederá.
Está claro que las nuevas generaciones y la nueva sociedad vive, o vivimos, ante un mundo mucho más rápido, donde todo se quiere para "ya" y si no todo se quiere para "ayer". La paciencia, se ha perdido en cierta manera y la gente busca, o buscamos, el suspense en las películas pero también pedimos que la película no sea demasiado lenta.
Algo similar pasa con el Mago de Oz. Por ejemplo, los créditos del Mago de Oz aparecen al principio de la película y puedes estar cinco minutos de inicio de la película viendo únicamente créditos. Eso ahora es impensable.
Impensable como cuando vi un documental de la llama Olímpica del año 1972. Se trataba de un atleta que recorría lentamente las gradas del estadio para encender la llama Olímpica. Lo cronometré y tardó más de dos minutos en recorrer toda la grada hasta encender la llama Olímpica.
Pues bien, hoy en día todo eso es improbable que ocurra. Y por eso Heidi se ha remasterizado, para adaptarse a la sociedad de hoy en día y creo que el resultado ha sido espectacular. Muy bueno.
La adaptación a los cambios es un virtud que los nuevos episodios de Heidi han sabido entender.
En este sentido, me gustaría remarcar lo importante que es saber entender que la vida está llena de cambios y que nuestra adaptación a ellos será parte de nuestra vida.
Pero junto a la virtud de saber adaptarse a los cambios quiero detenerme en algo que he visto que los episodios de Heidi trabajan muy bien: las eleccioines, las decisiones que tendremos que afrontar en nuestra vida.
Heidi es un gran ejemplo de lo impartante que es saber que en nuestra vida está rodeada de decisiones y elecciones que nos marcarán nuestro camino.
Y así, llego a la segunda y más importante parte de mi carta: El episodio 24 de Heidi. Si os habéis dado cuenta, al principio de esta carta he escrito: Es curioso que pequeños detalles, casualidades y elecciones te hagan cambiar el rumbo.
Heidi, en el episodio 24 de la nueva serie remasterizada, tiene que enfrentarse ante una importante elección: O quedarse con Clara y aceptar la adopción por parte del padre de Clara o regresar a las montañas con su abuelo.
Si acepta la adopción, tendrá un futuro asegurado en cuanto a bienestar social y sería la hermana de su mejor amiga, Clara. Pero si acepta la adopción, también sabrá que no podrá ir adónde ella realmente quiere estar y tendrá que quedarse en Frankfurt y no poder ir a vivir a las montañas con su abuelo.
Ante esta situación, Heidi cae enferma por la presión que supone esta decisión, pero finalmente es honesta consigo misma y con los demás y les dice que quiere irse a las montañas con su abuelo.
LA ELECCIÓN. La elección en nuestras vidas es fundamental para tomar un camino u otro. La vida está llena de elecciones y eso, eso querido alumno, es una de las mayores virtudes que nos harán crecer.
En la vida te vas a enfrentar a decisiones que marcarán de una u otra forma tu camino. Las decisiones y las elecciones en ocasiones serán pequeñas y en otras más importantes. Sin embargo, la suma de todas ellas harán que se forme tu yo más profundo.
No tengas miedo de tomar tu propia decisión. Escucha primero a tus seres queridos y a ti mismo. Forma tu opinión con cada detalle y asume las consecuencias positivas o no tan positivas que una decisión puede tener a corto o largo plazo.
Las decisiones y las elecciones nos enseñan. Aprendemos de ellas, porque a veces nuestras decisiones serán equivocadas y otras acertadas.
Como Heidi, tendrás que decidir, pero sobre todo tendrás que ser honesto o honesta contigo mismo y con los que te rodean.
Heidi es todo un ejemplo de valores humanos que recomiendo a todo el mundo, independientemente de su edad.
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